-¿Como decano de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UCLM, que destacaría de las competencias profesionales de los recién graduados?
Las actuales competencias profesionales deben ser más concretas y ajustarse a los desempeños que nuestra titulación académica propone. De cualquier manera hasta que no exista una ley que regule nuestra profesión en la región, como la hay en otras autonomías o aún mejor, una ley nacional de regulación de las profesiones del deporte, seremos avasallados por otros colectivos, y lo harán sin “saltarse ninguna ley”, porque de hecho no la hay.
-¿Qué le aporta a usted estar colegiado?
La colegiación debe velar por las condicionales laborales de sus miembros. El seguro de responsabilidad civil es importante.
-¿Por qué colegiarse?
Con sinceridad, porque hay que arrimar el hombro por nuestra profesión. Hay que ayudar a que haya una ley de profesiones del deporte.
-Este año tenemos entendido que se jubila, después de toda una vida dedicada al deporte, ¿seguirá defendiendo la profesión como colegiado?
Por supuesto. Llevo 41 años en la profesión, he sido profesor de educación física en colegios e institutos, preparador físico del equipo nacional de judo , director técnico de la propia federación, director técnico de 3 laboratorios privados de empresa relacionados con la metrología deportiva ( JLML I+D; Ate-Micro y Quasar I+D), asesor científico de un equipo de Premier y otro de la liga italiana, etc… ésta ha sido mi única profesión (que no desempeño laboral), nunca voy a olvidar lo que me ha dado: los amigos acumulados en todas las partes del planeta, el conocer todo el mundo, como preparador físico de equipos de judo, lucha o patinaje artístico y como conferenciante internacional en los 5 continentes y en más de 25 países, ¿cómo no voy a seguir ayudando?
-¿Como ve el futuro de la profesión?
Con optimismo. Nuestra profesión, después de 50 años de la salida de los primeros alumnos del INEF de Madrid, sigue siendo un diamante en bruto. Hay muchas cosas que hacer y debemos demostrar que sabemos hacerlas. Nuestra principal misión ahora, como lo fue cuando salíamos de aquella casa (INEF) en los años 70 en plena transición, es “evangelizar” a los ciudadanos, ayudándoles en su crecimiento vital y dándoles soluciones a sus problemas mecánicos o emocionales acompañándolos en su mejora integral con una herramienta enorme, como es el ejercicio físico. Pero insisto, es necesario una Ley de Regulación Profesional, ley en la que estemos a gusto todos, y sobre todo que escuche a la gente que están en los patios de los institutos, a los preparadores físicos ( en estados de iniciación deportiva y también a los de los equipos de élite), a los profesores de gimnasio, a los que se dedican a gestión municipal, una ley que no confunda, sino que aclare cuáles son nuestras competencias y que no se pare por aspectos de terminología; que sea pragmática.